Este ritual debería realizarse en la noche de luna llena.
Siéntate solo en una habitación que esté absolutamente silenciosa, sin ningún ruido de tráfico, televisión, radio, etc.
En la mesa, extiende un pedazo de tela negra. En la tela, pon un vaso de vidrio transparente llenado completamente con agua.
Pon una vela blanca encendida a la izquierda del vaso de agua. Esta debería ser la única luz en la habitación. A la derecha, quema algunos inciensos – sándalo, olíbano o jasmín, son los mejores.
Cierra tus ojos y toma dos o tres respiraciones profundas. En tu mente, ve los rostros de tus posibles parejas enfrente de ti, pero mantén tus ojos cerrados.
Di lo siguiente tres lo siguiente tres veces:
Adivina, adivina, adivina para mí.
Muéstrame el rostro que será para mí.
Déjame ver a mi futura pareja
Para saber con quién el futuro me espera.
0 comentarios:
Publicar un comentario