Necesitarás:
- Jabón de rosa
- Un baño caliente
- Una lima, o utensillo para raspar callosidades
- Una sartén
- Un mortero, o armar uno caseramente
Instrucciones:
Sumerja los pies en el baño caliente con el jabón con aroma a rosas. La piel alrededor de la planta de los pies se volverá más blanda y flexible. Raspe algunas de las callosidades de los pies con la lima. Coloque esta piel (no tiene que ser mucha) en la sartén. Póngala al calor hasta que la piel este lo suficientemente seca, lo suficiente para ser pulverizada. Triture la piel con el mortero hasta que se convierta en polvo.
La próxima vez que vea a esa persona especial por la cual le duele el corazón, añada el polvo a una
bebida y personalmente sírvasela a él o a ella. Esa persona la seguirá a todas partes después de esto.
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